Los moteros posan para la cámara a poco de llegar a la población de Guadalcazar en el departamento Bermejo.

MOTEROS

Es momento de levantar campamento y emprender otra vez el recorrido, la imagen corresponde a El Recreo en el departamento Patiño.

Tras unos días de la finalización de la Cuarta Edición de la Vuelta Formosa, los protagonistas del magnífico periplo por rutas, caminos vecinales, y parajes del interior profundo, y luego de la calma que amilanó los efectos de siete días a pura adrenalina, todos coincidieron en señalar que la experiencia fue única e inolvidable. La treintena de moteros, muchos de ellos locales, y otros que llegaron desde Chaco, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires y Paraguay, recorrieron más de mil quinientos kilómetros para ratificar un pacto de amistad y amor hacía la naturaleza agreste del Imperio Verde.
Fue una semana vivida a plena, partida con lluvia desde la Plaza San Martín, días calurosos en el oeste, algunas veces con fuerte viento, otras veces el frio se hizo sentir especialmente por la noche, y la baja temperatura fue combatida con fuego de leña ubicada en el centro de los vivac. Pero no todo fue recorrer caminos, hubo tiempo para compartir momentos con los lugareños de cada poblado que se tocaba en el trayecto, también para saludar a las autoridades, y dejar presentes a lo largo del recorrido.
La Cuarta Edición, llevó el nombre de “Por Amor a Formosa”, un agradecimiento implícito a la patria chica, y al apoyo del gobernador Gildo Insfrán, que en todo momento acompañó a la gente del Centauros Moto Club Formosa, entidad encargada de la organización. Las palabras justas pronunciadas por el referente de Centauros, Gustavo Rufanach, en la zona de Fortín Belgrano, es una síntesis perfecta y hermosa, que explica el porqué de la Vuelta Formosa. “Tenemos un profundo amor por Formosa, muchos no hemos nacido aquí pero amamos esta tierra como pocos, es el lugar que hemos elegido para que crezcan nuestros hijos y descansen nuestros huesos, nos sentimos formoseños como los que tuvieron la gracia de ver la luz en este suelo. La Vuelta es un homenaje a este rincón de la patria que merece ser conocida por todos, y nosotros buscamos hacerlo visible, el esfuerzo es para que todos conozcan y disfruten de la belleza de Formosa”, puntualizó el dirigente.
La Cuarta Edición, llevó a los moto aventureros a visitar estos sitios: Mariano Boedo, San Hilario, Colonia Villafañe, Bañadero, Perín, Reserva Natural Formosa, Fortín Belgrano, Fraga, El Chorro, María Cristina, El Potrillo, Sausalito, Guadalcazar, Posta Cambio Zalazar, San Martín 2, El Recreo, Laguna Gallo, Tres Lagunas, Monte Lindo, Colonia Pastoril, Mojón de Fierro y vuelta a Formosa. Tras el necesario y merecido reposo, Rufanach y sus amigos, ya comenzaran a planificar los siguientes desafíos.

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