BOXEO: MINISERIE SOBRE LA VIDA DEL EX CAMPEON MUNDIAL
Con una miniserie de 8 capítulos que implica un cambio de discurso con respecto al ídolo del deporte, el femicida Monzón opaca a su condición de ídolo, visto desde una perspectiva de género. Desde el lunes a las 22, se verá por la señal Space. El Monzón adulto es interpretado por el actor Jorge Román, oriundo de la localidad formoseña de Palo Santo. (Foto principal- Jorge Román en el rol del malogrado campeón mundial).
El 14 de febrero de 1988 la sociedad argentina amaneció entre el espanto y la conmoción al ver en los medios el cuerpo de Alicia Muñiz casi desnudo en un patio. El autor del femicidio fue el mejor campeón de boxeo de peso mediano de la historia, Carlos Monzón, quien tiró a su ex desde un balcón y la mató. Antes la había desmayado a golpes, con una derecha veloz y mortal. El canal de cable Space, emblema del boxeo, tenía una biopic entre manos contando la vida del tres veces Campeón del mundo, que ingresó al jet set internacional y fue célebre por sus tórridos romances -algunos con violencia de género- antes de caer en desgracia yendo a prisión por su femicidio. En su momento se caratuló al asesinato de Alicia Muñiz como «crimen pasional».
Con Monzón se abrió una bisagra social para llamar a las cosas por su verdadero nombre. El lunes a las 22 horas por Space recreará la vida de Monzón con todas sus contradicciones. Pero lo nuevo es que la miniserie de ocho capítulos tendrá una mirada distinta de la que tuvo Monzón hace treinta años, donde muchas voces defendían al ídolo. En este caso, se hablará del fin de la impunidad para el ídolo popular.
Para el papel principal, el de Alicia Muñiz, se convocó a la actriz Carla Quevedo, quien casi nunca duda en formar parte de producciones internacionales por razones varias, entre ellas, por el modo de trabajo y presupuesto. Pero en esta ocasión, puso una condición innegociable: «Pedí leer con anterioridad los guiones antes de empezar. Me cerraba por todos lados, en especial, por el gran despliegue de producción. Pero como mujer y feminista quería asegurarme que la línea de narración de la historia contara con responsabilidad y verdad. Tenía que tener una visión contemporánea de la violencia de género y esto era generar un compromiso que es el que se asume hoy en día a la hora de contar una historia»
Lisa y llanamente la biopic de Monzón no debía ser una mera defensa del ex campeón con el latiguillo machista de que «se le fue la mano». Frente a la pregunta acerca de si había otra forma de contar la historia que no fuera un femicidio tras el debate social desatado en la Argentina la actriz dice: «No te creas… No es ninguna sorpresa. Sigue sucediendo. A mí me pasa en casi todos los trabajos y eso que empecé a los 12 años en este medio. En todos ante una consulta mía como ‘che, ¿esto tiene sentido para mi personaje? y la respuesta es casi igual: «Y sí, necesitamos esto para que el personaje de Julio, Jorge o quien sea, hombre claro, pueda hacer su parte. La mujer siempre es un accesorio para la historia del hombre. Por eso digo que la historia de Monzón se podía contar de una manera que yo no comparto. Alicia podría haber sido una anécdota en la vida de Monzón. Pero al contarla mostrando que es un femicida, todos sus títulos quedan opacados, porque la vida de una mujer vale mucho más».
A Quevedo le cuesta hablar de Alicia Muñiz como personaje porque «es una persona que existió. En la casa de Mar Del Plata, en el último verano, ella quería tomar distancia. Monzón la celaba mucho y la trataba de ‘puta’ porque era modelo. Pero una parte de ella estaba enamorada. Era una ilusa, pensaba que lo podía cambiar. Ella hablaba mucho con sus amigas y en el diario íntimo (que forma parte del expediente judicial) ella escribió que tenía miedo que Monzón la matase».
Para el papel de Monzón grande se convocó a Jorge Román, conocido por su protagónico en la película El Bonaerense (2002 del director Pablo Trapero), y que a modo de queja afirma «¡Nunca una comedia!». Su parecido físico es notable. El actor ahondó en el camino que lo llevó al femicidio: «Monzón fue una persona atravesada por las carencias emocionales en toda su existencia. A mí me pasó algo muy raro en el set de filmación en las escenas con Carla Quevedo, por dentro me decía ‘cortála’, ‘basta’, ‘salí’. Era en los momentos que tomaba distancia y no podía creer lo que estaba interpretando». Y remata sobre vida de Monzón en los últimos años: «No tenía respiro y yo en el set de filmación en un momento no podía seguir con el personaje. Tampoco yo tenía respiro».
Román, que se entrenó con Látigo Coggi, señala que «no hay manera de justificar un femicidio, sí se puede entender por qué se llega a eso. Y uno se tiene que preguntar por las variables sociales, económicas y cuánto de presencia o ausencia del estado en las necesidades básicas tuvo él en la década del 60, cuando nació Monzón».
Román es muy generoso a la hora de dar el pase a Mauricio Paniagua que interpreta a Monzón de joven y con este papel debuta con un protagónico en la televisión: «Yo a su edad (28) era mucho menos maduro que él», dice. Paniagua, apenas fue elegido para el casting,, tuvo coach en box y en actuación: «Yo vengo del teatro. Estaba acostumbrado a un tono fuerte de voz y una gran gesticulación para que vean las filas de atrás. Acá me dijeron ‘pará un poco’. Tenía que ser muy hosco. En el ring entrené con Fernando Muñoz y Diego ‘La joya’ Chaves, quien fue pupilo de Amílcar Brusa, entrenador personal de Monzón. Tenía tips y anécdotas muy cercanas a él y eso me sirvió». (TEXTO y FOTO-DIARIO POPULAR).