FUTBOL
En 1986, el América de Cali, era una de las sensaciones de la Copa Libertadores de América, y con esa fama que le precedía, enfrentó en juego de ida de la fase de semifinales al Olimpia de Paraguay, fue el 11 de septiembre de 1986, en el estadio de los Defensores del Chaco, en el barrio asunceno de Sajonia. Fue empate de 1-1, Pangrazio anotó para el Decano de Para Uno, y el argentino Ricardo Gareca, el de los Diablos Rojos.
Ese equipo del América formó esa noche con: Falcioni, Valencia, Espinosa, Enrique Esterilla, Porras, González Aquino, Ischia (Alex Escobar), Willington Ortiz, Roberto Cabañas, Anthony de Ávila, Ricardo Gareca y Juan Manuel Battaglia. En esa jornada futbolística que convocó a 50 mil espectadores, entre los periodistas paraguayos, colombianos y argentinos que ingresaron al césped del Defensores, estuvo Alfredo Domínguez (Nuevo Diario de Formosa), quien entrevistó entre otros al Tigre Gareca, Falcioni, Cabañas, y Willington Ortiz. (Foto principal- Alfredo Domínguez y Ricardo Gareca).
En esa oportunidad, Gareca, noveno goleador histórico del América de Cali, habló sobre el gran presente de Los Escarlatas en la Copa Libertadores (ese año perdió la final con River Plate), su tristeza por haber quedado al margen de la selección Argentina que ganó el Mundial de México 86. «Me hubiera gustado jugar el mundial, creo haber hecho los méritos para estar en el plantel final. Fue un trago muy amargo», sentenció el hombre nacido en Tapiales (Buenos Aires) y que anotó 179 goles en su carrera profesional.
El flaco pese a haber marcado el gol de la clasificación ante Perú, no fue tenido en cuenta por el técnico Carlos Salvador Bilardo para el Mundial del 86, tal como ya había ocurrido cuatro años atrás cuando Menotti finalmente no lo incluyó en el plantel para España 82.
Sin embargo la revancha llegó como entrenador de la selección peruana a la que llevó al Mundial de Rusia 2018, y al subcampeonato en la Copa América de Brasil 2019. Gareca, el goleador que confesó su dolor por no haber estado en México 86, al joven periodista deportivo Alfredo Domínguez, hoy tiene su propia estatua en el municipio costero de San Miguel en la ciudad de Lima.