TENIS
El extenista y exentrenador de Gaudio y Del Potro dio detalles de cómo pasó sus días infectado de Covid-19. «El peor momento fue el de la falta de aire. La vi fea», reconoció. (Foto- Franco Davin).
Franco Davín, extenista y exentrenador de figuras como Juan Martín del Potro y Gastón Gaudio, dejó atrás al coronavirus en Key Biscane, Miami, pero sus días aislado dentro de su propia casa fueron muy difíciles. «El peor momento fue el de la falta de aire, porque no sabés hasta dónde llega. Estaba al límite con el número del saturador. A la noche te empezás a desesperar un poco. La vi fea, la pasé mal y sentís que te morís», admitió en charla con La Nación.
El hoy coach del británico Kyle Edmund contrajo el Covid-19 mientras trabajaba en Miami, con chicos de 18 a 22 años. Tomando precauciones desde el comienzo por tener un hijo en población de riesgo, con el tiempo se fue relajando y volvió a entrenar con normalidad. El jueves 25 de junio se hizo un test porque había sentido algunos síntomas y el lunes 29 le confirmaron el diagnóstico. «Automáticamente a los chicos los aislamos y me quedé con Mariana, mi mujer. Ella pasándome la comida por la puerta y teniendo los cuidados», contó el ex-N° 30 del mundo.
«Me sentí muy mal, como si tuviera una gripe fuerte, con ese dolor de cuerpo, que ya no te querés levantar». Así empezó todo para Davín. «Después empecé a sentirme bien y el médico me dijo que podía haber días que no fuera todo hacia arriba y eso me pasó: fui para atrás. Estaba dentro del octavo, noveno, décimo día, que dicen que son bastante críticos. Si me seguía sintiendo mal me tenía que ir a internar, entonces estaba al límite. Me quedé aislado en mi casa. Mi familia se hizo el test enseguida y dieron todos negativo, eso estuvo bueno. Cuando pasás el día 12 o 13, es otra cosa, porque empezás a sentirte mejor y ves como que está quedando atrás», relató Davín.
Si bien no sabe cómo se infectó, cree que probablemente haya sido en las canchas donde entrenó hasta el día que aparecieron los síntomas, aunque no tuvo precisiones al respecto. «Yo no estaba usando mucho el barbijo. Ya había perdido un poco el miedo. Entonces, como estás en la cancha, transpirás, mucho calor. Y prácticamente en ese ámbito no se estaba usando. Tampoco sabés cómo sucede. Puede ser por alguien que se sube a tu auto: acá en muchos lugares te lo estacionan. No lo sé, sinceramente no lo sé», admitió.