Brasil jugará su 21ª final de la Copa América. Perú quería frustrar al anfitrión en casa, pero no le alcanzó. La Canarinha llegaba un tanto entumecida tras vencer por la mínima a Chile en cuartos de final. Contra la selección peruana en cuanto encontró el gol, en los pies de Lucas Paquetá, dejó de presionar. Neymar ha sido el caudillo de esta versión brasileña que ha venido de más a menos. El 10, fiel a su estilo de driblador, ha fungido como el imán perfecto de las patadas. Eso le ha permitido a los de Tite encontrar un respiro y frustrar el ritmo rival.
Los peruanos resintieron la suspensión de André Carrillo, por mucho el futbolista más ágil de la nómina. Todo lo confiaron en Christian Cueva. El centrocampista tiró los hilos del equipo que poco pudo sorprender a Brasil en el primer tiempo con solo un tiro a puerta. El gol de Paquetá entumeció a los de Ricardo Gareca. En la segunda mitad se volcaron al ataque con un impulso por las bandas. Gianluca Lapadula, el nuevo goleador peruano, peleó por encontrar el gol. Ederson, en respuesta, le negó todo. También un cabezazo de Callens que estuvo por convertirse en el empate. Brasil sobrellevó el partido para neutralizar cualquier intento rival. El trabajo de Gareca ha sido digno al frente del conjunto andino: les llevó al Mundial tras 36 años de no hacerlo, les llevó a la final de la Copa América en 2019 frente a Brasil y ahora alcanzó las semis. El anfitrión de este torneo espera a Argentina o a Colombia en el Maracaná. La Canarinha, sin público, quiere el décimo trofeo.