De esta manera el club podrá volver a tener un estadio en el predio de Avenida La Plata al 1600, donde funcionó el Viejo Gasómetro que fue expropiado por la dictadura militar.
San Lorenzo de Almagro fue oficialmente autorizado a «volver a Boedo» y construir un nuevo estadio en el predio de Avenida La Plata al 1600, luego de que la Legislatura porteña aprobara este jueves la modificación de las normas urbanísticas del predio.
Con 55 votos a favor y una abstención, quedó aprobada en segunda lectura la rezonificación del predio donde el club planifica construir un nuevo estadio, justamente en el lugar donde se emplazaba el antiguo «Gasómetro».
«Es una restitución histórica, ya que el club fue despojado del predio donde estaba el Gasómetro en una época siniestra para nuestro país», dijo el diputado Daniel del Sol, que integra el bloque oficialista Vamos Juntos y preside la comisión de Planeamiento Urbano, en la que se debatió el proyecto de San Lorenzo denominado «Plan Maestro».
Se estima que el nuevo estadio tendrá una capacidad para 45.000 espectadores y una altura máxima de 38 metros, y será construido en los terrenos donde estuvo el Gasómetro hasta que en 1979 la dictadura cívico-militar se lo expropió a la institución.
El «Plan Maestro» diseñado por el club también plantea la habilitación de una serie de instalaciones vinculadas a servicios sociales, una dependencia policial y una de bomberos, así como la posibilidad de abrir comercios, un museo, un hotel y hasta un cine.
La ley de rezonificación tuvo una aprobación inicial en noviembre del año pasado y se trató también en una audiencia
pública en febrero último, la cual duró 10 días y tuvo la participación de más de 700 personas.
«Para esta segunda lectura –informó Del Sol- se incorporó un convenio a través del cual el club se compromete a dar, como contraprestación a favor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 3,5 millones de dólares que serán destinados a incrementar la oferta pública educativa».
Esa contraprestación se destinará a la construcción de dos escuelas: una situada en Doblas 1.768, en Boedo, y otra en Varela 2.765, en Nueva Pompeya.
Mientras en el recinto legislativo los diputados debatían y votaban, en las afueras del edificio, socios e hinchas del club festejaban la «la vuelta a Boedo».
Por la mañana, centenares de simpatizantes del «azulgrana» habían llegado a las inmediaciones del edificio de la calle Perú al 100 con banderas que mostraban consignas como «Justicia por San Lorenzo», «No hay pandemia que nos pueda separar» y «Sí a la ley de Rezonificación».
Puertas adentro, también tomó la palabra el diputado Leandro Santoro, quien integra el bloque del Frente de Todos (FdT), vive en Boedo y es socio de San Lorenzo.
«Cuando comenzó el sueño de volver a avenida La Plata nadie creía que podría realizarse esta epopeya, que contradice los valores del neoliberalismo en una sociedad regida por el lucro», dijo.
Y agregó: «Los estadios son espacios de encuentro con un sentido de pertenencia que trasciende a las identidades partidarias, eso nos permite hoy hacer política en función del bien común y devolverle a San Lorenzo los derechos que la dictadura militar le quitó».
Es que la ley de rezonificación obtuvo los votos positivos del bloque oficialista (Vamos Juntos) y de la principal fuerza opositora (Frente de Todos), así como de los legisladores de UCR-Evolución, el Frente de Izquierda, el GEN y el Partido Socialista.
El diputado Manuel Socías (FdT), principal impulsor del proyecto en la Legislatura, dijo a su turno que «esta ley es un acto de justicia, una gran noticia para los hinchas y también para el barrio, ya que San Lorenzo va a invertir en construir comunidad con sus vecinos».
Y añadió que «el proyecto de San Lorenzo aportará 12.000 metros cuadrados de nuevos espacios públicos parquizados al barrio».
Con esas declaraciones, Socías defendió el proyecto del club, el cual es rechazado por la agrupación «Vecinos Unidos por Boedo», que sostiene que el nuevo estadio será destinado a «megaeventos» de entretenimiento, afectando la calidad de vida en el barrio que es actualmente residencial.
Al respecto, el legislador Pablo Almeida, del Frente de Izquierda, consideró: «Si bien esta ley es el resultado de la lucha popular de miles y miles que hoy van a festejar la reparación del crimen, no se nos escapa que, probablemente, como advierten algunos vecinos, detrás de esta vuelta a Boedo, haya empresarios que quieran construir un megaestadio para eventos de entretenimiento».
«Si eso sucede y la calidad de vida de los vecinos se ve afectada, estaremos a su lado para oponernos», añadió.
Claudio Morresi, del FdT, celebró por su parte la vuelta del club a avenida La Plata, pero también advirtió que existen «empresarios deportivos despiadados que en cuanto tienen algún tipo de negocio, avanzan».
«Pido a los hinchas seamos guardianes de la razón por la cual nacieron los clubes, que es para darle respuestas a nuestra gente», afirmó Morresi, quien preside la comisión de Deportes en la Legislatura.