(Por Mariana Apud– Gentileza La Gaceta de Tucumán) Será una perlita en su foja: Natalia Alderete no perdió ante formoseña Marcela Acuña. Luego de los ochos rounds en los que estaba pactada la pelea sin título en juego de la categoría Pluma, «Huracán» y «La Tigresa» empataron según la decisión de los jueces que estuvieron en los cuatro lados del cuadrilátero montado en el centro del parqué del Club Defensores de Villa Luján. (FOTO- Gentileza de La Gaceta de Tucumán: Brazos en alto de la Tigresa Acuña, tras el final del combate en la capital tucumana).
El combate estelar empezó a las 2.13. Las razones del retraso (se esperaba que suban al ring cerca de las 23.30) fueron variadas según los comentarios que se escucharon (ver aparte). En lo estrictamente deportivo, la formoseña no quedó conforme con el fallo y la tucumana, sí. La sensación que dejó el combate es que «Huracán» había hecho los méritos suficientes como para que Alfredo Aballay, juez del combate, también levantara su brazo al mismo tiempo en el que se lo levantó a la ex campeona del mundo.
La pelea fue de estudio. Aunque ya era la tercera vez que se enfrentaban, en esta ocasión lo que debían descubrir la una de la otra es qué cosa distinta iban a hacer. Tanto así que «La Tigresa» no pudo volver a ganarle y «Huracán» se plantó con intenciones de noquear, pero le faltó ese extra que la ocasión ameritaba.
En el primer round fue en el que más se analizaron. En los últimos segundos, Alderete buscó noquearla; actitud que iba a repetir en varios asaltos más. El segundo round fue muestra de esa estrategia de la local: el 90 por ciento del tiempo ambas se movieron en el centro del ring y al cierre Alderete presionó. En el tercero, la paridad se mantuvo y fue cuando se notó que la yerbabuenense trató de no noquear a Acuña y sumar puntos. Mientras tanto «La Tigresa, con su experiencia y reflejos, esquivó todo los golpes que «Huracán» quiso impactarle para que los jurados sumaran puntos a su favor.
El round cuatro, la mitad de la pelea, dejó en claro que ambas físicamente estaban bien preparadas porque se mostraron enteras. Alderete volvió a su táctica de intentar el nocaut al final. El quinto asalto fue el mejor de todo el combate, principalmente por lo que hizo la yerbabuenense y que fue lo que el público buscaba ver en la fresca y lluviosa noche. Hasta ese momento, las cuerdas y los rincones estaban muy lejos de ser visitados por alguna de la dos ya que el centro del cuadrilátero era la zona en que se movían. Alderete llevó a «La Tigresa» a las cuerdas. «Olé, olé. Naaaatiii, Naaaatii«, empezaron a cantar desde las tribunas.
En los rounds siguientes, el trámite siguió desarrollándose en el corazón del ring. A ambas le costó llevar contra las cuerdas a la otra. Alderete tiraba más, sí, pero Acuña con su experiencia y técnica esquivaba todo. Ese equilibrio general del combate es una de las razones por la que los jueces no vieron una ganadora clara.
Las tarjetas
El fallo de la pelea fue empate por decisión dividida. Los jueces fallaron de la siguiente manera: Pablo Alarcón 79 a 73 para Acuña, Ramón Martínez 75 a 77 a favor de Alderete y Juan Carlos Sánchez 76 para ambas.