Natalia Rivero anunció que vuelve el boxeo al Luna Park en 20121 y que en la primera velada estarían Agustín Gauto, Gustavo Lemos, Daniela Bermúdez.
Inesperadamente, quizás en el peor momento del boxeo argentino, por calidad, cantidad, y contexto, la empresaria y promotora Natalia Rivero, hija del “Negro” (Osvaldo) que junto a sus hermanos Georgina y Sebastián dirigen ahora OR Promotions, le anunció al programa Sportia de TyC Sports que el próximo año volverán las veladas en el Luna Park, según un contrato que acaban de firmar con la administración del estadio (NdeR: quedó en manos de Caritas y los salesianos por voluntad de Doña Ernestina Devecchi, la tía de Tito Lectoure, dueña del mismo, tras su fallecimiento).
La nueva gente que maneja el Luna, más partidaria de las artes marciales, habían dejado trascender que “jamás” iba a volver a haber boxeo en el emblemático estadio, su deporte de cabecera durante casi todo un siglo.
Es más; no sólo habrá veladas boxísticas nuevamente –al parecer a partir de enero, o principios de 2021-, sino que también reabrirían sus puertas el mítico gimnasio de la calle Lavalle, donde entrenaron los grandes ídolos como Monzón, Pascual Pérez, Galíndez, Bonavena, Nicolino Locche y tantos campeones, que está cerrado desde hace 33 años por decisión de Tito desde noviembre de 1987, tras la derrota de Juan Domingo “Martillo” Roldán ante Tommy Hearns. El gimnasio, salvo contadas ocasiones de fuerza mayor -y por exclusividad-, nunca volvió a abrir sus puertas.
La pregunta es quiénes irían a entrenarse allí, qué técnicos, qué púgiles, y quiénes (o quién) lo decidiría, habida cuenta que en el gimnasio Oriani de la FAB, que lo sucedió albergando en aquella época a casi todo el plantel de entrenadores y púgiles, ya casi no entrenan más profesionales (y pocos amateurs) porque ahora es rentado y a la vez orientado al boxeo recreativo.
La otra pregunta es quién abriría esta nueva etapa de la nueva década –la anterior fue en 2002 con Omar Narvaes-. Y quien se llevaría todos los boletos sería “El Avión” Gauto (Agustín), casualmente una especie de “sucesor” del Huracán chubutense, quien estaba a las puertas de pelear por el título mundial minimosca de la OMB vacante antes de la pandemia.
La otra sería Daniela “La Bonita” Bermúdez, campeona mundial gallo OMB, que el viernes intentará el supergallo FIB vacante que era de la Tigresa Acuña.