Por Luca Fernández
Ernesto Cherquis Bialo (FOTO), periodista deportivo con más de sesenta años de trayectoria, dio el puntapié inicial al masivo repudio de las instituciones deportivas en contra de Javier Milei. El especialista dialoga con BuenosAires/12 y analiza la ola de rechazo contra las privatizaciones en el deporte.
–Javier Milei dijo que le gusta «el modelo inglés» en el fútbol
–Habría que preguntarle qué sabe sobre eso. El Manchester City le paga 1000 millones de dólares por año al TAS, para que no lo sancionen por incumplimiento de fair play financiero. El fútbol que le gusta a Milei ganó un campeonato del mundo con afano, que fue el de 1966. Lo que a Milei no le gusta y quiere modificar, que es el fútbol argentino, ganó tres campeonatos mundiales, tres subcampeonatos mundiales, cinco campeonatos mundiales juveniles, dos medallas doradas en Juegos Olímpicos, y nutre de estrellas a todo el fútbol que a él le gusta. Que se quede con el modelo inglés, que yo me quedo con el modelo nuestro.
–Los clubes le hicieron caso…
–De cara al balotaje, se me ocurrió que algunas cosas podían volver a pasar, y por eso me permití opinar a mano alzada, porque conozco el tema, pero no lo tenía previsto. Me alegra que haya habido una reacción positiva y multiplicada de los clubes de las diferentes categorías, en la propia defensa del espíritu con el que estos clubes han crecido, se han desarrollado, han multiplicado su caudal societario y han ofrecido servicios extraordinarios e irremplazables a la comunidad. Fue una buena reacción, emocionante y a tiempo. Lo que queda claro, después del repudio generalizado, es que el fútbol argentino ya no está dispuesto a correr el peligro que corrió durante el gobierno de Mauricio Macri.
–¿A qué se refiere?
–El fútbol argentino fue espiado al igual que el resto de los estamentos de la sociedad y vivió en peligro durante el gobierno de Mauricio Macri. Estuvo muy sometido, condicionado y subordinado en épocas en que el propio presidente de la República se ocupó personalmente de hacer intervenir la AFA, persuadiendo al presidente de la FIFA, y éste al de la CONMEBOL, en que había que hacer algo que no era necesario. Pese a ello, lograron intervenirla y generaron un estado de cautela y zozobra en todo el fútbol, sin mencionar que rompieron el contrato de Futbol Para Todos y mandaron un Boca-River a Madrid con tal de hacer negocios…
–Usted dijo que Sergio Massa era «un tipo del fútbol» ¿Qué hará si es presidente?
–Massa es de una familia futbolera, su cuñado jugó en la primera de Tigre, su suegro jugó al fútbol profesionalmente y fue secretario de Deportes. Cuando yo trabajaba en AFA, lo vi actuar y vi como jugó su posición en el triangular de 2008 entre Tigre, San Lorenzo y Boca. Fue muy sólido en la discusión, vino con una posición, la fijó, luchó y dejó en alto sus derechos como cualquier dirigente debe hacerlo en una instancia para ser campeón. Ningún futbolero se desentiende del fútbol, no te digo que va a estar preocupado en la designación de árbitros, pero el conocimiento que tiene sobre el deporte no permitiría que ninguna institución lleve a cabo actos groseros anti reglamentarios y anti estatutarios.
–¿Quién es Javier Milei?
–Es contradictorio, desequilibrado, trata mal a la gente, es plagiador de libros y defensor de causas que están en la vereda de enfrente de mis propias causas, como la venta de órganos, la reivindicación de la dictadura y de los momentos más oprobiosos que he tenido que vivir como ciudadano. También fui víctima de la dolarización encubierta de la convertibilidad, he vivido todo eso. Para mí, Milei es un personaje, una caricatura. No perdería un minuto de mi vida en hablar con él. Lo que tengo claro es que los clubes de fútbol deben defender su derecho de ser instituciones civiles sin propósito de lucro que den servicios a la comunidad, que es lo que Milei no va a permitir. Esto requiere una simbiosis entre el Estado y las instituciones deportivas, empezando por los clubes de barrio.