Instante en que el gobernador Insfrán acompañado por el intendente Jorge Jofré, el vicegobernador Solís, el ministro Ferreira, y autoridades del Club participan del acto de corte de cinta.

Debieron pasar 70 años para que Defensores de Formosa, en aquel entonces Defensores de Evita, pudiera contar con el estadio que como campeón de los Juegos Evita 1951 le correspondía. En cancha de Boca Juniors había derrotado 1-0 al poderoso Morning Star de Rosario, y de las manos de Perón y Evita, los formoseños recibieron la Copa de campeón, las medallas, y la promesa de la construcción de un estadio propio. (FOTO: ACCESO PRINCIPAL AL ESTADIO DEFENSORES DE EVITA DE FORMOSA).

La dictadura que castigó al país, no solo obligó a Defensores de Evita a cambiar su denominación y desde entonces para la Liga Formoseña de Fútbol pasó a ser Defensores de Formosa. Ayer los viejos y cansados luchadores, los hoy fuertes dirigentes, y los jóvenes y niños que heredaran la gloriosa tradición, fueron testigos de un acto de reparación histórica, un ciclo que se inició con Perón y Evita y que se cerró con Gildo Insfrán cortando la cinta, no es necesario aclarar que Gildo es peronista y un hombre de pueblo que tomó como propio el compromiso de hacer realidad aquel sueño que tardo 70 años en cristalizarse.

Defensores ya cuenta con un estadio moderno, con la última tecnología aplicada a la infraestructura deportiva, allí se forjaran los mejores éxitos deportivos, los que vendrán en los mejores tiempos que aguardan a Formosa. Pero también Defensores recuperará su identidad, la que hicieron grande aquellos jóvenes del 51, en una sesión especial la Liga Formoseña de Fútbol también hará un acto de justicia, Defensores volverá a ser Defensores de Evita, como fue en un principio y como siempre debió haber sido. El pueblo de Gildo, y el pueblo del fútbol, cierran una herida que durante 70 años estuvo abierta, el pueblo tiene memoria y ayer esa memoria fue un presente que invita a creer que es posible tener una sociedad y un fútbol mejor.

Ayer en el verde césped, Eurípides Carriego volvió a realizar aquella chilena para evitar la caída de su arco y que el cine inmortalizó con la imagen de Evita abriendo grande los ojos y agarrándose la cabeza, también fue posible sentir la presencia de Dimitroff merodeando el área rival, Eidelman estuvo presente en cuerpo y alma en la figura de su hijo Simón que una vez más repitió el ritual de portar el apellido del veloz puntero izquierdo del 51. También fue posible evocar a don Antonio Romero el delegado de aquella delegación, en el relato de Julio Díaz. Fue un día histórico, y como enseñanza queda que la memoria del pueblo siempre mantiene intacta la vigencia de argentinos como Perón y Evita, y también Insfrán, cuyo apellido siempre estará ligado al Club. Sobraron los recuerdos para todos, para el irrepetible Basilio Pintos, para todos. Este humilde servidor no quiere dejar en el olvido un dato, el periodista que acompañó a la delegación fue el profesor Hugo Orlando del Rosso.

El secretario general de la ATFA Formosa, Guillermo Guzmán, y el periodista Alfredo Domínguez, posan junto a la Copa de campeón de 1951.

 

 

 

 

 

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