En Boedo se respiraba tensión. San Lorenzo no quería pasar por lo mismo que en las pasadas dos temporadas, en las que llegó a la final y no pudo alzarse con la copa. El sábado había dejado pasar la primera oportunidad y los nervios volvieron a presentarse. Sin embargo, esta vez todo salió según lo esperado y el título se quedó en Buenos Aires. En el partido decisivo de la Liga Argentina femenina, el Ciclón venció a Gimnasia La Plata por 3-2, con parciales de 22-25, 25-23, 25-21, 14-25 y 15-11.
Así como Carla Castiglione fue determinante el sábado para el empate de Las Lobas, el Santo tuvo a su figura en Emilce Mimi Sosa, la jugadora del seleccionado nacional con pasado en Rumania y Brasil. La formoseña de 33 años fue la que se hizo cargo de los últimos ataques del Ciclón y marcó el tanto que le dio la victoria. También resultó valioso su aporte en el trabajo defensivo.
Las Matadoras, dirigidas por Mario Gallego, se consagraron por primera vez en su historia e inscribieron su nombre en la lista de nueve ganadores (la Liga se juega desde la temporada 1996-97): Boca, con seis coronaciones, ocho subcampeonatos y defensor del título, es el más campeón.
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