En el otro combate titular de la noche, en el Club Ferrocarril Midland de la ciudad de Libertad, en el partido de Merlo (Buenos Aires), la múltiple campeona mundial Marcela “La Tigresa” Acuña (56,800 kg. y 51-8-2, 20 KOs) dominó a la ex monarca nacional y sudamericana Laura Griffa (57,150 18-8, 1 KO), por puntos, en un amplio fallo unánime, tras diez asaltos, y así conquistó el título argentino pluma, que se encontraba vacante, en una revancha.
A los 45 años, la formoseña controló cada instante del pleito. Con un boxeo sólido, preciso, veloz e inteligente, la ex campeona mundial supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la OMB y la Federación Internacional de Boxeo (FIB) le brindó una lección de boxeo a su rival. Anticipando cada cruce, y por momentos boxeando de contragolpe, apeló a sus cortos desplazamientos que le permitieron encontrar los ángulos para filtrar sus punzantes jabs, y cruzados de ambos puños al rostro. Como si fuera poco, añadió sus ganchos a las costillas. Trabajando con inteligencia, eludió los estériles arrestos de una bonaerense agresiva, pero que más allá de algún cross o boleado, no lograba comprometerla. En el octavo capítulo se vio lo mejor de “La Tigresa”. Segura, la desbordó con un resonante cross diestro al mentón y zurdo a la sien, que la hicieron trastabillar. Ese mismo cross zurdo a la mandíbula reapareció en el noveno, y sobre el cierre descargó dos potentes cruzados al mentón, que la hicieron tambalear, para cerrar una sólida actuación.
Las tarjetas de los jueces fueron: Carolina Mayorquim 98-92, Hugo Vainesman 96-94, y Maximiliano Dolce 97-93, todas para Acuña, que repitió lo ocurrido el 10 de agosto de 2018, cuando la venció por idéntico resultado por el título mundial supergallo FIB.
En categoría mediano, César Guerra (70,300 kg. y 1-0-1) doblegó a Maximiliano Chaparro (70,300 kg. y 3-1, 1 KO), hijo mayor de “La Tigresa” Acuña, por puntos, en fallo mayoritario, tras cuatro capítulos, luego de enviarlo al suelo en el último giro. Las tarjetas de los jueces fueron: Hugo Vainesman 39-36, Maximiliano Dolce 39-36, y Carolina Mayorquim 38-38.
Así, se produjo un hecho histórico en el boxeo mundial, puesto que por primera vez compartieron velada madre e hijo como profesional. Ya había sucedido varias veces con padre e hijo, pero jamás con una madre. Además, ambos tuvieron en su esquina a Josué Chaparro, hijo menor de Marcela. Sin embargo, la alegría no fue completa para la familia, con el revés de Maximiliano.